“Aunque mi mamá no me enseñó a tejer, aprendí asistiendo a cursos. Uno lo lleva en la sangre”
Alto Hospicio | Tarapacá
Aymara
Mi negocio nació en el año 2013 por necesidad económica y las ganas de darle un nuevo incentivo a mí vida. He realizado muchos cursos, así aprendí a tejer, aunque el tejido se lleva en la sangre. Sigo capacitándome para perfeccionar mis técnicas y actualmente participo en una organización indígena.
Alto Hospicio
Tarapacá